26 feb 2017

BOOK TOUR El Presagio De Horus.

 
*Book Tour hecho gracias a La Reina Lectora*
 

 

Año 3661. La raza humana se encuentra al borde de la extinción. En la isla de Urania, una pequeña comunidad vive en paz adaptada a un territorio hostil. Pero la aparición de un cometa anuncia que ha llegado el momento que tanto temen, aquel que se repite cada siete años y que hace que las pocas personas que aún habitan la Tierra se escondan para intentar seguir viviendo.

Calypso, una joven de veintiún años, ya ha presenciado el fenómeno antes. Sabe que no todo está perdido y que es posible resistir a la amenaza que caerá sobre el planeta. Pero también sabe que cualquier error podría empujarles directos hacia la ruina. Es por eso por lo que, junto al resto de miembros de los grupos especiales de su pequeña ciudad, tratará de luchar por la supervivencia de los suyos. Tratará de burlar al Destino una vez más.


 
Beatriz G. López tiene 28 años, está diplomada en Turismo, y actualmente está estudiando el Grado de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. Y es la ganadora del primer Certamen Corcel Dorado.
También es una aficionada a la lectura, y escribe desde niña. Tiene su propio blog, que podéis visitar, y dónde podéis conocerla un poquito mejor.   
 
 
Quiero dar las gracias a Bea, porque fue muy maja y agradable. A parte me envió las repuestas una hora después de que yo se las enviara, de lo que estoy muy agradecida, ya que pensaba que no me iba a dar tiempo.
 
Has ganado un concurso, que hizo que tu historia fuese publicada y puesta en venta. ¿Cómo te sientes después de haber vivido esta gran experiencia? ¿Qué fue lo que hiciste cuando te enteraste de que habías ganado?
 
Esta experiencia ha marcado un antes y un después. Quiero decir, llevo escribiendo durante muchos años y nunca antes me había planteado de forma seria poder ir más allá con mis manuscritos. A raíz de esto he aprendido mucho y veo que puedo llegar a acceder a oportunidades que antes eran impensables para mí. Todo esto se traduce en alegría, en la preciosa sensación de que verdaderamente uno puede llegar a materializar sus deseos. ¿Qué hice cuando me enteré? Tener serias dificultades para atender en clase, porque me enteré estando en la universidad jajaja.
 
 
Ya has conseguido algo que muchos queremos, escribir y publicar un libro. ¿Cómo te ha parecido la experiencia? ¿Volverás a repetir?
 
Me parece algo enriquecedor, que hace que vaya creciendo día a día, algo de lo que disfruto muchísimo. A lo mejor parece algo inalcanzable, pero no lo es en absoluto. Siempre digo lo mismo, pero es verdad. Esta experiencia me ha ayudado a darme cuenta de que muchas veces somos nosotros mismos los que ponemos nuestros sueños en lugares inalcanzables, ¡y nada más lejos de la realidad! Sí que requiere tiempo, esfuerzo y persistencia, pero termina llegando. De algún modo u otro termina llegando. Y digo esto porque quiero recalcar que SÍ se puede.
Voy a volver a repetir, eso seguro. Tengo muchos proyectos, algunos ya en marcha, que con suerte irán viendo la luz en los próximos meses.
 
 
El presagio de Horus es el nombre que le pusiste a tu novela. ¿Cómo se te ocurrió la idea de la historia? Aproximadamente, cuánto crees que te llevó escribir la novela al completo. Desde el momento en el que apareció la idea principal, hasta la última vez que lo revisaste y lo diste por finalizado.

La idea surgió a partir de un brainstorming en el que participaron mi hermana y mi chico. Lo que tenía claro era que quería algo enmarcado en el futuro, después de una hecatombe que hubiera asolado la Humanidad. Pero también buscaba algo distinto, donde en lugar de un mundo destrozado, fuese la recuperación de la naturaleza quien marcara la diferencia. Tardé en escribirlo entre mes y medio y dos meses, contando con la aparición de esta idea. Tuve suerte, porque no hubo estancamiento. Todo se dio bastante fluido, así que también gracias a esto pude llegar a tiempo al concurso. La última revisión finalizó en otros dos meses, ya con las correcciones finales para la editorial.


Calypso, es la protagonista principal de tu novela. ¿Cómo la describirías? ¿Crees que tú y ella tenéis algo en común?  

La describiría como una chica de carácter fuerte, aunque no siempre lo saca a relucir. Un ejemplo donde lo podría mostrar es cuando nota que han herido su orgullo. Lucha por lo que considera que es justo o correcto, también por lo que quiere. También puede ser tímida, sobre todo en ciertos aspectos sentimentales. Y es curioso, porque de cara a la persona que ocupa su corazón, esta timidez termina alternándose con el atrevimiento.

Ella y yo tenemos cosas en común, sí. La determinación creo que puede ser una de ellas.


Ya sabemos más sobre tu historia, ahora falta saber más sobre ti, la autora.
 
¿Escribes desde siempre? Cuándo te diste cuenta de que querías escribir, ¿cuándo se convirtió en tu pasión? ¿Qué es lo que te motiva para seguir escribiendo?
 
Prácticamente llevo toda la vida escribiendo jajaja. Sobre todo al principio lo utilizaba como una manera de desahogarme. No me refiero a escribir vivencias a modo diario, pero sí a dar salida a todo mi mundo interior. Siempre lo he considerado como una vía de escape para la imaginación. Al principio escribía sobre todo fan-fics de cosas muy variadas, pero con el tiempo empecé a ir más allá e inventar historias y personajes nuevos. Podría decir que durante todos estos años ha sido mi pasión, aunque bien es verdad que ha habido épocas en las que escribía menos.
Lo que me motiva para seguir con ello es la propia escritura. Sigue funcionando muy bien para dar forma a mis ideas, a lo que tengo que expresar. Y si encima la gente lo lee y gusta, pues todo se multiplica.


Tienes algún ídolo, escritor o no, al que idolatres y que te motive para escribir.  

Como escritor, admiro muchísimo a Ken Follett. Siempre lo digo pero es que es verdad. Adoro la novela histórica y lo que encuentro en cada uno de sus libros es un tesoro. Creo que hace un maravilloso trabajo de documentación que consigue que, además de disfrutar con la lectura, puedas aprender mucho de ella. Transmite estas historias a través de una narración y unos personajes muy ricos. ¡Cómo no voy a adorarle! Y cuanto más gordas sean sus novelas, mejor :PEn cuanto a ámbitos fuera de la escritura... Digamos que hay ciertas personas en la Historia dignas de admirar de acuerdo a mis preferencias y maneras de ver las cosas. Gente que me hace pensar que las malas situaciones, las peores, también pueden sacar nuestra mejor cara. 


¿Cómo te sueles inspirar para escribir? ¿Qué sientes cuando escribes?  

Me inspiro con música. Bajo mi punto de vista, es un gran aliciente. Es capaz de conectar las ideas con la emociones y creo que eso es esencial para transmitir, sobre todo en las escenas más intensas. Hay veces que puedo llegar a sentir lo que estoy describiendo, a vivirlo.  


Y por último, he visto que tienes un blog, en el que tienes algunos relatos. Cuál de ellos hace que te sientas muy orgullosa, y que te ayuda a continuar escribiendo.  

No puedo elegir ninguno, todos son igual de importantes para mí. Es lógico que puedan gustar más o menos, a unas personas unos y a otras otros, pero en mi caso no los puedo comparar. Cada uno expresa cosas distintas, algo que en su momento era lo que necesitaba escribir.
 
 
Bea, tiene muchos más relatos, que son increíbles. Me encantaron todos, pero este más, y por eso lo he puesto, para mostraros su talento.

El último baile

Supongo que se aprende a vivir viviendo. No obstante, ¿cómo se aprende a no vivir? No existe ningún manual. Nadie ha regresado del otro lado para escribirlo. Tal vez alguien debería. Moriría por ver la expresión de todos aquellos escépticos con respecto a lo que hay Más Allá. Pero no puedo morir otra vez.
No fui mucha cosa en vida. Me llamo… me llamaba Liv. No sé hasta qué punto es correcto seguir utilizando el presente. Liv. Un nombre que no era lo suficientemente largo como para siquiera emplear mucho tiempo en pronunciarlo. A veces me pregunto si de llamarme de otro modo habría sido más popular. Stacy, Tasha, Milena. Cualquiera habría bastado. Bueno, a las chicas más populares del instituto les valía. Pero ¿quién iba a fijarse en Liv? En la tímida Liv. En Liv la rarita. Liv, la de las calificaciones mediocres. La friki, la “oh mira, ha hablado”. Creo que no recuerdo ningún título positivo. Lo único que se me daba bien era bailar. Oh, sí. Cuando las notas musicales se introducían por mis oídos, mi cuerpo parecía saber a la perfección cómo fundirse con cada uno de los sonidos. La armonía me sumergía por completo en una realidad paralela, aquella que solamente yo podía ver, y donde mis movimientos eran los protagonistas de un mundo que se detenía para mí.
Tras un esfuerzo horrible para superar la vergüenza, decidí mostrar mi pequeño talento a los demás. Era mi último curso en el instituto, ¿qué podía perder? Con un poco de suerte al año siguiente no volvería a ver a nadie de ese estúpido lugar. Tampoco quería pensar mucho acerca de la universidad y la más que posible repetición de la historia. Bueno, si es que me admitían en alguna. Siempre me quedaré con esa duda. La cuestión es que después de armarme de valor, hice la prueba para el grupo de teatro y danza del instituto. No voy a fingir que no esperaba que me aceptaran allí tras verme bailar pero me sentía demasiado pequeña como para ni siquiera adoptar una actitud altanera. Sin embargo, en los ensayos era capaz de aparcar todos esos monstruos y transformar mi alma, entregarla a la danza. Me dieron el papel protagonista de la obra. Sufría vértigos tan solo de pensar que habría decenas, si no cientos, de ojos puestos en mí. Pero conseguía mantener la capacidad de crear aquella burbuja que mantenía mi salud mental a salvo frente a los demás, lo que me permitía llanamente dejar que mis células fluyeran y se fundieran con la melodía.
Pero nadie me había avisado de que tenía un corazón débil. La enésima tara de Liv.
El día del estreno el teatro estaba rebosante. Recuerdo haberme asomado por una diminuta rendija del telón. Me vi obligada a ignorar aquellos sudores fríos que de pronto querían paralizarme. Sonaba extraño pensarlo, pero confiaba en mí. Y estuve repitiendo esa frase hasta que fue el turno de actuar. Los primeros acordes inundaron la gran sala. Yo ya estaba en el centro del escenario, a oscuras. Entonces dos focos tenues nacieron a cada lado y convergieron en mi cuerpo, fusionando sus centros. Me sentí expuesta, como en el interior de una vitrina de un museo cualquiera. Y no podía escuchar otra cosa que no fueran las notas que me indicaban que tendría que haber empezado a moverme ya. Pero oía risas, mofas, burlas. Sentía que me señalaban de todas partes, cubriendo unos labios que solamente hablaban para comentar acerca de mí, de lo poca cosa que parecía en aquel escenario. Nadie decía nada, nadie se movía. Pero yo veía sus sombras cernirse sobre mí. O eso creía, pues poco a poco todo comenzó a quedar negro a mis ojos. Mi burbuja se resquebrajaba. Lo último que vi fue al que iba a ser mi compañero de baile corriendo, una vez ya estuve en el suelo. Se agachó a mi lado. ¿Era miedo lo que brillaba en sus ojos? No lo sé. Lo único que podía mirar era a su sombrero. Fue rápido. No percibí dolor alguno. No me percaté de cómo mi corazón corría hasta límites extenuantes para después detenerse.
Fue extraño cuando la consciencia regresó a mí tiempo más tarde. ¿Cuánto? No puedo asegurarlo. Tal vez no debería hablar de una consciencia como la que estaba acostumbrada a sentir. Los muertos jamás la recobran. Miré al frente. La sala estaba oscura. Las butacas no recogían a nadie y la buena acústica no podía hacer su trabajo porque no había música. Pero yo oía aquella melodía. Los cuerdas de los violines suspiraban notas y las tímidas teclas del piano eran sus fieles acompañantes. Levanté los brazos despacio, colocándolos en un ángulo elegante. Era así como habría comenzado mi danza. Me incliné con suavidad hacia la izquierda y mi pierna derecha quedó desplegada, grácil. Aún me acompañaba el vestido que guardó mi cuerpo cuando perdí la vida. Recuerdo que no me importó demasiado mi nueva condición invisible. Al fin y al cabo así había sido siempre el color de mi existencia. Las faldas del vestido ahora lucían vaporosas, mecidas por una suave brisa que aquella inmensa habitación teatral nunca había conocido. Me notaba más ligera. Mis pasos me dibujaban esbelta, delicada, etérea.
Entonces apareció él. Mi acompañante. Lo primero que vislumbré bajo aquellos haces de luz imposible fue su sombrero. ¿Cómo era posible? ¿Acaso el chico que interpretaba aquel papel también había abandonado la realidad de corazones palpitantes? Pero conforme se iba acercando vi unas facciones desconocidas. Aquel no era mi compañero pero conocía a la perfección la coreografía que complementaba mi cuerpo con el suyo. No importaba su identidad, carecía de significación que apenas pudiese contemplar su rostro. Su alma me lo estaba presentando. Cerré los ojos y mis movimientos se quedaron congelados en el tiempo. Las hebras doradas que componían mis cabellos flotaban a mi alrededor siguiendo la estela del oscilar de los pasos. El hombre del sombrero apoyó la mano en mi cintura con una delicadeza infinita y me invitó a aproximarme más a él. La piel de nuestros semblantes se habían quedado a escasos centímetros, si era verdad que la teníamos. Por primera vez vi sus ojos. Totalmente blancos y sin embargo los más profundos y sinceros que había conocido en la vida. Irónico que los recibiese tras mi muerte.
Aún no sé quién es el hombre del sombrero, ni de dónde viene, ni qué le ocurrió. Tampoco por qué está conmigo. Tan solo permanece a mi lado bailando esta coreografía eterna, ambos sumergidos en la danza infinita que nos unió para siempre. Y bailaremos. Y bailaremos. No hay minutos para nosotros pues estamos por encima del Reino del Tiempo. No le pregunté su nombre ni a él parece importarle el mío. Nuestras almas se encontraron cuando nadie más las veía.
Supongo que se aprende a vivir viviendo. Y ahora estoy más viva que nunca.
 
Beatriz G. López

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Espero que os haya gustado. Bss, nos leemos pronto.

3 comentarios:

  1. Hola 👋🏽 Me a gustado muchooo. Sobre todo el añadir un relato de Beatriz. 😍
    Enhorabuena por esta entrada
    Un besazo 💋

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  2. Hola!
    Qué guay que hayas podido entrevistar a la autora!!!
    La verdad es que me ha gustado mucho, y me ha parecido que escribe superbien ^^
    Me ha encantado la entrada.
    Un besazo!

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  3. ¡Hola!
    ¡Me ha encantado tu entrada, la has hecho muy completa! Y me han parecido un puntazo los Fan Arts *.*
    Cuando me dijiste que "El último baile" era el relato que más te gustó, no esperaba que fueras a compartirlo aquí también =)
    Muchas gracias por participar en el Booktour.
    ¡Un besazo!

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